Por algún lado leí que el saxo parecía sonar como un pequeño buque hechizado. No sé qué tan eficiente sea este símil para los entendidos; pero cada vez que escucho alguna composición en saxo me acuerdo de lo del buque y me imagino una embarcación navegando con el sol de la tarde en el horizonte y la silueta en sombra de algún músico y su saxo arrullando la tarde con una estela de esas notas graves como si salieran de una garganta ronca e insinuante. En fin, cada loco con su alucinación
Me entero que el gran Paquito D´Rivera, el hombre del saxo y el latin jazz, había escrito un libro de casi trescientas páginas titulado «Mi vida saxual» y publicado por editorial Seix Barral. Al parecer una divertida y polémica autobiografía publicada hace algunos años. Por lo que infiero de la nota publicada en El Comercio, D´ Rivera está trabajando la continuación de su autobigrafía: «Aunque no tengo la más mínima idea de lo que terminaré escribiendo» dice por allí y agrega: «Y lo peor de todo es que no me importa y hasta me divierte, pues tomando en cuenta mi ocupación básica como músico de jazz, nada más apropiado que improvisar, a ver qué pasa«.