Grupo de teatro Yuyachkani vuelve
EL ÚLTIMO ENSAYO
El teatro es uno de los géneros milenarios que se ha logrado mantener vigente porque es, sencillamente, insustituible. Si bien su evolución técnica es constante tanto en la construcción de sus historias como en la variación de sus modos expresivos, la complicidad que se genera entre el actor, la obra y el espectador se ha estrechado aun más.
Leo en un artículo de
Enrique Planas, el anuncio del nuevo montaje del grupo de teatro Yuyachkani. Enrique escribe:
Un cine agónico cobija a una melancólica compañía de músicos. Ensayan, se quejan, desconfían del talento del compañero, parecen hartos los unos de los otros sin fijarse en sus propios errores y decadencia. Una urgencia los motiva: no queda mucho tiempo antes de la llegada de la legendaria diva a quien deben rendir homenaje. Una anciana artista en cuya vida se reflejan las luces y sombras del país. Podría parecerse a la celebrada Yma Súmac, pero en la biografía de la diva el grupo Yuyachkani ha querido caracterizar algo mucho más simbólico que una leyenda individual.
Es reconfortante enterarse entonces del regreso de actores de teatro impecables como Teresa y Rebeca Ralli, Ana y Débora Correa, Julián Vargas, Augusto Casafranca y Amiel Cayo. Miguel Rubio, el director, cuenta: Si alguien ingresaba a la sala de Yuyachkani, temprano en las mañanas, durante estos meses previos a la obra, seguro nos encontraba bailando tango, confiesa en sus notas sobre el montaje. Rubio explica que el grupo llegó al tango como una manera de volver al abrazo, sentir el pulso del cuerpo del otro «y danzar con él con la confianza de ser guiado».
Los yuyas arrancan el 29 de marzo, en la casa del grupo, en el lugar de siempre, en Magdalena – el barrio que me acogió con todo y mis desdichas hace ya tanta lunas -. Ellos están en Tacna 363. Hay que recordar que es un privilegio contar con un grupo de teatro como ellos y es un deber cultural acompañarlos en este nueva aventura teatral.