LOS AÑOS NO SON NADA
Definitivamente no soy un asistente promedio cuando de «
danza artística» se trata. En general, como algunos mortales, disfruto de la mitad o menos de la riqueza del movimiento y la música por sencilla ignorancia. Por eso trato de ir con gente que esté vinculada con el asunto para que me vayan educando en lo que debería saber sobre los movimientos y desplazamientos de los artístas en escena. No obstante, y a pesar de tan poca
cultura dancística, cuando termina la presentación de la obra me queda por mucho rato la grata sensación de haber contemplado la belleza (tan abstracta ella, por supuesto) desde una propuesta distinta: el movimiento. Claro que también, luego, voy por allí todo avergonzado por cada movimiento torpe mío, de esos gestos y ademanes y actitudes mías, de tan baja motricidad que ya no me dejarán jamás porque a veces, se nace así, con dos pies izquierdos y dos manos también.
La disquisición viene a propósito de la noticia sobre la bailarina
Maya Plisetskaya quien ha tenido un actuación a los 81 años. ¡Qué extraodinario! El espectáculo se ha dado en
el Festival Jardins de Cap Roig en la que será – por lo que entiendo – su última actuación ante el público de Catalunya.
Plisetskaya, nacida en Moscú y nacionalizada española, es la única bailarina del mundo que posee el título de danza
‘Prima Ballerina Assoluta’. En Cap Roig bailará una pieza que compuso exclusivamente para ella Maurice Béjart que se titula ‘Ave Maya’, basada en el ‘Ave María’.
Dirigidos por Ricardo Cué, acompañarán a Plisetskaya las primeras figuras de los ballets rusos Bolshoi Ballet de Moscú y Mariinsky de San Petersburgo y otros dos bailarines invitados.
Maya Plisetskaya (Moscú, 1925), que empezó en el mundo de la danza a los 3 años, está considerada una de las más grandes bailarinas del siglo XX. Graduada a los 18 años en la Escuela Coreográfica del Gran Teatro Bolshoi donde llegó a ser primera bailarina, ha ganado desde entonces numerosos premios como el Ana Pavlova de París (1962), la Legión de Honor de Francia (1986), la Medalla de Oro de Bellas Artes de España (1991) y la más alta condecoración de su país, la Medalla al Servicio de Rusia, que ha recibido en dos ocasiones (1995 y 2000) y el Príncipe de Asturias de las Artes en 2005.
En la actualidad, sigue vinculada a la gran vocación de su vida dando clases a jóvenes artistas de todo el mundo. La crítica decía de ella que tenía una personalidad arrolladora y un estilo propio inconfundible. Desde sus primeros éxitos se la conoce con el sobrenombre de La reina del aire. De entre las muchas obras que ha interpretado en escenarios de todo el mundo, destaca El lago de los cisnes, que representó por primera vez en 1947 y que ha repetido en más de 500 ocasiones. Su versatilidad le ha permitido interpretar personajes tan diversos como la Zarina enloquecida de La fuente de Bajchisarai, la perversa Kitri en Don Quijote o la heroica Laurencia en el ballet del mismo nombre.
Obviamente mucha de esta información la he obtenido de algunos enlaces que dejo para ustedes. He creído pertinente destacar esta nota porque, cuando a los 81 años, el cansado cuerpo aún está sujeto al espíritu que lo llevó a vivir el arte en cada respiro, entonces estamos hablando de asuntos mayores que hay que, cuando menos, envidiar.
Un video en donde el talento se la Plisetskaya se hace ver en en la pieza Bolero