ALFREDO BRYCE Y SUS PECADOS Tremendo carga montón el que viene recibiendo Alfredo Bryce Echenique en el penoso asunto del plagio. Para quienes estén desubicados – seguro que muy pocos, pero por si acaso – Bryce ha sido pillado en el plagio de unos artículos que firmó como suyos para diarios como El Comercio, pero que pertenecían a otros autores. En principio el asunto pareció ser apenas un descuido por parte de su secretaria o su esposa, pobre Alfredo, siempre tan despistado; sin embargo, al parecer, la cosa tomó la viada de un escándalo cuando los acuciosos fueron descubriendo más artículos firmados por Bryce y que habían sido publicados anteriormente por otros autores.La noticia lo sorprendió, dice el escritor español José María Pérez Alvarez, quien colabora habitualmente en el portal Galipress.com, jamás imaginó que un artículo suyo pudiera ser plagiado por uno de los novelistas más importantes de habla hispana. En conversación teléfonica con Correo, Pérez Alvarez expresó su sorpresa inicial: “La primera reacción que tuve cuando me enteré fue en caliente. Y dije que con que me invitara a cenar y hablar con él sería suficiente. Pero ahora estoy pensando que debería haber la posibilidad de, por lo menos, determinar que la autoría es mía”. (amores bizarros de Max Palacios)
El delito se hizo entonces innegable. Inmediatamente llegó la segunda parte del programa cuando de hacer leña de árbol caído se trata. Desde los blogs literarios anónimos y no anónimos, continuando por las declaraciones de autores azuzados por la prensa para opinar sobre el tema y siguiendo por todos los espacios del cotorreo cultural muchos han aprovechado el momento para desencadenar toda la bronca que le pueden haber tenido a este escritor o a la vida en general. En todo caso, cuando de hablar de la moral de otro se trata, siempre habrá una tanda de personas que buscará ganarse un poco de participación en el ajusticiamiento.
Por otro lado, algunos hablan ya de la mafia que pretende encubrir tamaño delito y otros, para variar, demandan que los que defendieron la vida, obra y amistad de Bryce se manifiesten, que tomen una posición. Gustavo Faveron, desde su puente aéreo, escribe que hay nada que obligue a tomar una posición cuando se trata de un amigo en tan difícil trance.Es curioso: la palabra «mafia» ha vuelto a surgir en los blogs, esgrimida ahora contra los amigos de Alfredo Bryce, que no han dado declaraciones sobre el tema, como si en alguna esfera de la vida fuera una obligación de la gente opinar públicamente sobre sus amigos en sus peores momentos. Se sigue hablando de la pesadillesca «mafia» a pesar de que el primer afectado por los artículos en cuestión sea el diario El Comercio, que, se supone, es el núcleo del grupo; a pesar de que entre los escritores afectados haya amigos de Bryce; a pesar de que la denuncia más clara en la prensa peruana la haya hecho el diario Perú 21, de propiedad de la familia Miró Quesada, propietaria de El Comercio. (Gustavo Faveron, Puente aéro)
Estoy totalmente de acuerdo, Alfredo Bryce Echenique se equivocó de cabo a rabo en este asunto. Tendrá que asumir la responsabilidad y la consecuencias de estos hechos. Sin embargo, esto no desmerece la obra literaria que ha construido con una voz propia y un universo peculiar.
De otro lado, cuando un hombre cae en desgracia no hay por qué participar de la carnicería. Sinceramente, lamento que un escritor de su calidad haya incurrido en este error; pero Bryce es un escritor al que muchos admiramos por su obra. Los que saben qué es escribir y sobrevivir de ello, y a pesar de ello, entenderán que hay momentos en los que se puede tocar la orilla equivocada. Aplaudo a quienes acompañan con la discreción en estos momentos difíciles para un escritor.