Desde el viernes cuatro de diciembre, la
nueva gramática de la lengua española puede ser hallada en librerías (por ahora, solo en las librerías de España). No obstante, la presentación oficial será el jueves 10 de diciembre cuando los reyes de España y las personas más reconocidas en este ámbito respalden la presentación de esta nueva gramática.
Probablemente para el ciudadano común, la noticia sea poco trascendente, y hasta parezca impregnada de un olor rancio y gastado, como el de las antiguas bibliotecas. Ni modo. A pesar de que nuestro idioma, como todos los demás, es un complejo entramado de unidades sonoras, morfológicas, semánticas y sintácticas (dignas de asombro), el conocimiento de esta maravillosa articulación debe ser de lo más insípido para el hablante en general.
Ahora bien, el hablante es, a fin de cuentas, quien sostiene la vigencia del sistema verbal. Sin él no hay lengua; no obstante, es precisamente para el hablante que todo el asunto gramatical es una caminata insufrible por un laberinto del que escapó apresuradamente cuando acabó su educación básica.
Todos usamos el idioma, con mayor o menor habilidad, todos nos valemos de ella para establecer nuestras múltiples interrelaciones sociales, aunque no a todos les interese que, después de más de setenta años, haya habido consenso para publicar una gramática «0ficial» que servirá de referencia para todo aquello que esté relacionado con el idioma: ortografía, redacción, estilo.
Habrá que buscar la manera de echarle una mirada a la edición. La que al parecer contiene más de cuatro mil páginas, al menos la principal. Sé que habrá otra edición de setecientas páginas para los más humanos y, luego, otra edición de doscientas cincuenta páginas para los ciudadanos más normales.
Una nota recogida del diario Nación nos ilustra de mejor manera
“La obra muestra las construcciones que los hispanohablantes compartimos, y también las que nos diferencian. Es mucho más detallada que cualquiera de las gramáticas académicas publicadas hasta ahora, y una de las más extensas y pormenorizadas de las que se han escrito sobre el español”, dijo el académico de la Real Academia Española (RAE) y coordinador general del proyecto.
De acuerdo con Bosque, la publicación va más allá de ser una rigurosa investigación para fijar las normas gramaticales del español. “Esta obra hace compatible la descripción y la norma, pero también la tradición y la novedad. Es sensible a las innovaciones teóricas introducidas en los últimos decenios, pero aprovecha a la vez los mejores logros de la tradición gramatical hispánica”, explicó el académico.
La Nueva gramática de la lengua española consta de tres partes, pero por el momento se publicarán solo los dos primeros volúmenes, que ya están a la venta en España y algunos países de América Latina.
Estos dos volúmenes corresponden a la morfología (estudio de la estructura interna de las palabras) y a la sintaxis (las reglas gramaticales para combinar las palabras y expresar conceptos), y suman casi 4.000 páginas.
Bosque declaró que la obra contiene cerca de 40.000 ejemplos para ilustrar las explicaciones gramaticales, y la mitad de ellos son citas de textos literarios, científicos y ensayísticos procedentes de todos los países hispanohablantes.
La obra estará disponible en tres versiones para atender las distintas necesidades de los usuarios.
Así, la Nueva gramática de la lengua española reúne el texto completo y detallado para ser utilizado como obra de consulta general; el Manual es un volumen conciso y didáctico de 750 páginas, dirigido a profesores y estudiantes de español, mientras que la Gramática básica es una publicación orientada a un público más amplio».
.