Científico, pintor, pensador, sobre todo escritor. Ernesto Sábato cumple 99 años en la tranquilidad del retiro. Ya no escribe ni pinta. Desde hace más o menos cuatro años solo sabemos de él a través de sus parientes quienes lo acompañan en estos sus últimos años en esta tierra.
Imagino que vive en la paz que tanta falta le hacía, sin tantas malas noticias, sin el dolor acesante por la muerte de sus seres queridos, tranquilo entre las nubes en las que lo ha envuelto su avanzada edad.
Su hijo, el cineasta Mario Sábato, recibirá el homenaje que le brindará la comunidad de Buenos Aires. Ernesto Sábato no se moverá de su residencia en Santo Lugares, en las afueras de Buenos Aires.
Para quienes lo recordamos y, en la distancia, lo apreciamos, sería una buena cosa darnos unas horas para releer «Abaddón el exterminador» o «Sobre héroes y tumbas» o la estremecedora y contundente novela «El túnel». Feliz cumpleaños, don Ernesto.
La nota que encuentro en El Universal dice:
El escritor argentino Ernesto Sabato celebró hoy sus 99 años de edad con el recibimiento del Premio ‘José Hernández’, otorgado por el gobierno de Buenos Aires, en agradecimiento a su aporte a la cultura nacional.
Sabato, uno de los escritores más importantes que ha tenido el país sudamericano, no pudo recoger el galardón debido a que, por su avanzada edad, ya prácticamente no sale de su casa, pero estuvo representado por su hijo Mario y sus nietos.
El premio ‘José Hernández’ reconoce a personalidades del arte y la cultura que identifican a Argentina en el mundo, y en esta ocasión se decidió rendir un homenaje al autor de ‘Sobre héroes y tumbas’ y ‘El túnel’, merecedor del Premio Cervantes en 1984.
Nacido el 24 de junio de 1911 en Buenos Aires, Sabato se coloca en el umbral del centenario de vida convertido en un personaje polémico por las posiciones políticas que asumió a lo largo de su vida, pero sobre todo, admirado gracias a su obra literaria.
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