Me entero en el
diario español Abc que la reciente novela de José Saramago, titulada
Caín, ha levantado la suficiente polvareda en el los medios católicos y conservadores como para llamar la atención de los lectores y convertir al libro en un suceso de ventas.
Casi veinte años después de su controvertida novela ‘
El evangelio según Jesucristo‘, obra que fue vetada por el Gobierno portugués para competir por el Premio Europeo de Literatura, Saramago, vuelve a despertar las iras del fundamentalismo católico con «Caín». Por lo que entiendo, la reciente obra es un irreverente, irónico y mordaz recorrido por diversos pasajes de la Biblia. Tendré que adelantar el turno de lectura de esta novela para brindar una mejor opinión. Por lo pronto, aunque parezca mezquino, sería ingenuo pensar que el equipo de editores de Saramago no haya previsto el bolondrón y los buenos efectos de esto en las ventas.
Parte de la nota dice:Saramago presentó hoy su novela en la Casa de América, en una multitudinaria rueda de prensa en la que el Premio Nobel de Literatura 1998 se refirió a la gran polémica que «Caín» ha suscitado en su país, Portugal, donde ha sido criticado con dureza por la Iglesia Católica y «por la extrema derecha política».
Por supuesto que el escritor esperaba que, por la lectura que él hace de la Biblia en la novela, «la Iglesia tuviera algo que decir», pero no «con la impiedad, la falta de misericordia y la falta de caridad» con que lo ha hecho, y, además, «sin haberse leído el libro», aseguraba Saramago.
En Portugal llueve sobre mojado, ya que la reacción que desató en 1991 «El Evangelio según Jesucristo» llevó a Saramago a abandonar su país para venirse a vivir a España.
Pero la polémica no ha evitado que la nueva novela haya tenido «un éxito sin precedentes», como dijo el editor portugués Zeferino Coelho, que acompañó al escritor durante la presentación, junto con Pilar del Río, esposa y traductora de Saramago, y con Pilar Reyes, directora de Alfaguara, el sello que ha distribuido el libro en España e Hispanoamérica.
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