Más allá de que su misma elección sea un tema para una novela, pues contiene una serie de elementos sugerentes para crear el conflicto necesario que sostenga con acierto una buena historia, el electo presidente de Estados Unidos y su circunstancia han estimulado a muchos escritores a meterse en el debate y a opinar sobre las elecciones americanas con inusitada frecuencia.
Una vez electo, el asunto no concluye, pues su futuro gobierno despierta toda clase de expectativas ante un futuro económico incierto. En fin, eso ya se verá mientras transcurra su mandato.
Por mientras, el
premio Nóbel José Saramago considera que la primera medida política que debería llevar a cabo es cerrar el campo de prisioneros de Guantánamo, en Cuba, y acabar con el bloqueo de la isla. Obama tendría que «mandar de vuelta a los marines, derribar esa vergüenza» que representa el «campo de concentración (y de tortura)» de Guantánamo, «volver la página y pedir disculpas a Cuba»»Y de camino, acabar con el bloqueo, ese garrote con el que, inútilmente, se pretendió doblegar la voluntad del pueblo cubano».
Por otro lado, El filósofo francés
Guy Sorman señala, en un reciente artículo, que “el corazón de los Estados Unidos sigue siendo conservador” y “se mantendrá dentro del cuadrado mágico trazado por Reagan en 1980: moral, mercado, activismo militar y un Estado pequeño”. Señala también que Obama retirará a las tropas de Irak pero reforzará la presencia de los EE.UU. en Afganistán.
Desde el otro lado de la cancha,
Mario Vargas Llosa opina que Barack Obama ha conseguido volatilizar aquel prejuicio según el cual pasarían muchas generaciones antes de que un negro pudiera ser elegido Presidente de los Estados Unidos. El mensaje interracial que ha sostenido el senador Obama desde el inicio de su campaña no puede haber dado mejores frutos: pese a haber un candidato de color, la raza no fue un factor decisivo a la hora de votar en esta elección. Ya era hora de que una de estas figuras renovadoras de la democracia americana fuera un joven de piel oscura, salido de uno de esos bolsones sociales deprimidos y conflictivos de la sociedad, al que el sistema permitió, pese a sus taras, superar la adversidad, salir adelante y dedicar su vida a luchar para que otros millones de norteamericanos desfavorecidos pudieran seguir su ejemplo.
Para el escritor mexicano
Carlos Fuentes, la crisis será el principal problema para el nuevo mandatario estadounidense, tal como en aquella época lo fue para el candidato victorioso, el demócrata Franklin Delano Roosevelt, quien «enfrentó la crisis. Consideró que el argumento de McCain sobre la «inexperiencia» y «juventud» de Obama se ha desvanecido por el apoyo del ex secretario de Estado Colin Powell y «de los más destacados talentos de la economía norteamericana». Obama aparece acompañado del mejor y más brillante equipo de Estados Unidos de América, incluyendo al matrimonio Clinton». En opinión del escritor mexicano, Obama enfrentará también las consecuencias de la política internacional del actual presidente, George W. Bush. Obama deberá, según el escritor mexicano, abandonar el «fracasado unilateralismo» de Bush y «avanzar hacia un nuevo multilateralismo», además de «normalizar el mundo islámico, no agredirlo».