LA CIUDAD DE LOS CONTRASTES ESTÁ DE ANIVERSARIO
Lima cumple esta semana 473 años de fundado. Tendría que decir que cerca de ocho millones de peruanos celebran el aniversario de esta ciudad. Pero el asunto es algo más complicado. Esta ciudad, que se transforma vertiginosamente, despierta los
sentimientos más encontrados. El Comercio dice que
de ser una pequeña y arisca ciudad virreinal ahora es la mejor muestra del amplio crisol de razas y culturas que es el Perú emprendedor de cara al tercer milenio. No obstante, habría que anotar que una cosa es compartir el mismo espacio y, quizás, hasta ciertos problemas comunes y otra suponer que aquí se integra ese amplio crisol cultural que menciona. Lima no expresa ser “
una ciudad”, parece, más bien, una yuxtaposición de culturas que, obligadas por las circunstancias, se apretujan de mala manera y con pésimo gusto en este árido espacio polucionado.
Pero estamos de fiesta y seguramente es el tiempo para destacar la gloriosa época de los balcones y las balaustradas, el tiempo en el que la ciudad era “la de los reyes”. Rememorar las plazas, las canciones de antaño, las seductoras costumbres de las limeñas, el discurrir de los vendedores que pasaban a hora exacta pregonando sus artículos. Habría que transcribir el tierno engaño que nos vendió don Ricardo Palma en sus Tradiciones. ¡Ah! El escritor tal vez nunca supuso que la ficción de la literatura puede ser más convincente que la odiosa verdad. La verdad de que Lima siempre estuvo más cerca de ser un colapso citadino que una regia capital. Alguna vez pasó por aquí Charles Darwin y dejó algunas notas en donde la “tres veces coronada” no quedaba nada bien: hedor, caos, desorden, violencia fueron algunas palabras que mencionó el polémico científico. Sin embargo quién le iba a hacer caso, si la verdad de las Tradiciones Peruanas era más atractiva.
Lima está de aniversario y hay quien dice que todo esto se complicó y se perdió, definitivamente, cuando las olas migratorias asolaron Lima empujadas por la pobr
eza que cundía en sus lugares. Pero el artículo que leo está repleto de optimismo por aniversario y dice que
luego de las olas migratorias que la desbordaron desde la segunda mitad del siglo XX, el perfil de la ciudad ha cambiado. Hoy es la capital de una nación plural, democrática y pujante, a lo cual han contribuido decididamente los migrantes y sus hijos y nietos que han consolidado una nueva hornada de limeños con una idiosincrasia singular. Efectivamente, el crecimiento de los llamados conos se dio primero de una manera desordenada, pero luego hubo un notable esfuerzo de integración, con un nuevo discurso que supo encontrar y abrir cauces de expresión a través del folclor, la música, un nuevo dinamismo empresarial y, entre otras cosas, hasta un lenguaje que asimila giros y expresiones novedosas.
Más espíritu positivo ni en misa con cura joven. Salud por esta ciudad en donde tenemos que buscar, cada día, no paralizarnos para siempre por esta humedad definitiva.
Dejo un video con las vistas mas positivas de la capital para no caer de aguafiestas.