En una nota de Jaime Cabrera Junco, encuentro este comentario sobre la novela de Javier Arévalo, Los niños góticos. 2010. Editorial Estruendomudo: ¿Se imaginan a José Carlos Mariátegui, José María Eguren, Abraham Valdelomar, César Vallejo y Luis Alberto Sánchez conspirando juntos contra el establishment? Cuando leí el título de esta novela, pensé erróneamente que se trataba de una novela que abordaba el mundo juvenil de los góticos. Pero estos niños góticos resultaron ser un grupo de intelectuales de comienzos del siglo XX protagonistas de una historia con tintes policiales.
Pues es exactamente lo que me sucedió a mí cuando leí la mencionada novela. Estupenda, eso sí. La he leído hace poco porque llegó a mis manos por una gentil deferencia y solo he tenido tiempo, en estos días de mediano descanso de fin de año, para disfrutarla. En fin, son esas deudas literarias que se arrastran porque las lecturas se acumulan en el escritorio. Pero me alegra haberla leído. Es un registro diferente de las demás obras que he leído de Javier. Un caso contrafáctico que estimula la imaginación, porque los héroes y villanos sí existieron, pero, salvo en la novela, no vivieron dichas aventuras (suponemos); sin embargo se aprovecha la trama para pincelar las personalidades de estos reconocidos ciudadanos peruanos que marcaron la pauta de comienzos del siglo XX, aunque su influjo abarcó casi todo el siglo.
Les escribo esta nota porque entiendo que Javier Arévalo, atacado de espíritu navideño, ha puesto en edificante remate tres de sus novelas y una de ellas es, precisamente, Los niños góticos. Buena noticia literaria.
A comunicarse con él. Vale la pena.