El año debe empezar con proyectos concretos llenos de energía que aspiren a dar beneficios a todos nuestros amigos y, en general, a todos nuestros lectores. Durante el año 2008, largas conversaciones con amigos incondicionales con quienes estamos en la brecha de sentir que nuestra labor docente es, a pesar de todas las críticas, una misión reconfortante; también veíamos que no se la podía limitar a las aulas, y menos en una época donde las fronteras se habían borrado. PUNTOYCOMA nace entonces como un proyecto en comunicación y educación. Es cierto, estamos en la era de las comunicaciones, la cual nos plantea nuevos retos en cuanto a las formas como nos comunicamos: ahí están los puristas defensores del idioma cervantino, allá los avant garde del español de los mensaje de texto y el messenger. Nosotros nos declaramos fascinados por esta época. Nos tocó vivir una revolución, equivalente a la época de la imprenta, que nos exige una adaptación constante. Ya son tres años que este escribidor, a veces torpemente y otras veces de forma ingenua, escribe en la red. Fue un deseo que tenía su motivación en eso que nos mantiene vivos, es decir, en el deseo de seguir aprendiendo. Debo agradecer, y lo he hecho en muchas ocasiones, a mis amigos por ayudarme a entender esto del internet, que a estas alturas creo ya tenerlo comprendido, por lo menos hasta que aparezca algo nuevo.
Pero al punto, o al PUNTOYCOMA. ¿Qué somos?, ¿qué queremos?, ¿qué haremos? Para empezar nos contituimos como una sociedad de especialistas en comunicación y educación dedicados a dotar y potenciar, a diversas instituciones o personas naturales, de capacidades óptimas en el área de comunicación y lenguaje. Sé que es un lenguaje muy técnico, pero lo que somos, en otros términos, es una asociación que pretende solucionar los frecuentes problemas en comunicación entre colaboradores en las empresas y en los estudiantes queremos remediar o incrementar sus habilidades en el uso del lenguaje en todos los niveles educativos. Eso somos y eso queremos.
Cómo lo haremos, ese es el camino que estamos construyendo. Para empezar hemos dividido nuestros servicios en dos grandes grupos: para empresas y para estudiantes.
Para las empresas, nuestros objetivo es que los colaboradores tengan un alto nivel de dominio del lenguaje para así expresar sus ideas y logros en los diferentes niveles del organigrama empresarial. Por ejemplo, una exposición de los logros del área de contabilidad se hace tediosa porque los informes están mal redactados y porque el expositor no puede expresar sus ideas con claridad. En un época de rapidez, una exposición tediosa es nociva. Cuánto tiempo se pierde o cuántas ideas no logran aceptarse solo por errores en la comunicación. Nosotros solucionamos este déficit de la educación universtaria.
Para los estudiantes, nuestro objetivo se subdivide en varios niveles: escolares, preuniversitarios y universitarios o estudios superiores. Es cierto, llevamos más de 20 años en la educación, no solo escolar, sino, sobretodo, superior. Tenemos la suerte de ver cómo el error que comete nuestro alumno de tercer de secundaria lo comete el estudiante del tercer ciclo de la carrera de administración. El lenguaje es el mismo, y como reza el epígrafe de Un mundo para Julius: «Lo que Juanito no aprende, no lo sabrá nunca Juan». Es cierto, los errores son frecuentes y la solución la tenemos. Estamos convencidos de que nuestros buenos resultados en nuestra experiencia docente universitaria nos dan las herramientas para eliminar los problemas, que como diestros doctores encontramos auscultando a nuestros pacientes.
Pronto en esta página de un escribidor entusiasmado lanzaremos artículos, datos, pruebas en líneas y una serie de servicios en el área del lenguaje. Esperamos que nuestros amigos y lectores nos acompañen en este proyecto, por ahora con sus sugerencias, críticas y consejos, y por ahora con mucha energía.